Durante el siglo XIV y principios del XV, se cree que llego a tener una población de diez mil habitantes que la convirtieron en un punto del desarrollo cultural y comercial de la región dedicado a la producción de plumas de guacamayas, al intercambio de conchas, cerámica, cobre, etcétera.
Alguno de los objetos de esta cultura que se han encontrado son sus vasijas u ollas de barro, y parte del uso que tuvieron fue ceremonial o decorativo.